martes, 11 de febrero de 2014

El mundo de... Beatrix Potter

Hoy en  El mundo de... os invitamos a descubrir el mundo de todo un clásico en esto de la literatura infantil, de la que ya hemos dado cuenta en otras ocasiones a través de sus libros (pinchando aquí accederéis a los libros que de ella hemos traducido). Estoy hablando de  la escritora e ilustradora británica Beatrix Potter.

Beatrix Potter nació en 1866 en Kensignton en el seno de una familia acomodada. Un dato que no puede pasar inadvertido pues en realidad lo que nos dice es que su familia entendía que la única manera noble de ganarse la vida era vivir de las rentas, de ahí que la vida de nuestra protagonista estuviese encaminada, desde su más tierna infancia, a cumplir con el destino que esperaba a la inmensa mayoría de las mujeres de la época victoriana: ser una "buena esposa", relegando el talento que desde muy joven mostraba Beatrix  a mera anécdota.  


Sus primeros años de vida transcurrieron entre la residencia familiar de Kensignton y Escocia, el lugar de veraneo. Allí comenzó a formarse junto a su hermano pequeño Bertram a cargo institutrices de tradición germana,  en contacto directo y continua observación de esa naturaleza que nos va a plasmar y se convertirá en seña de identidad de sus libros. Como a tantas niñas de la época a Beatrix se le impidió proseguir con una   formación reglada  siendo rechazado su ingreso, por su condición de mujer, como estudiante en los Reales Jardines Botánicos de Kewen.


Pero todas estas dificultades no impidieron que Beatrix Potter se convirtiese en toda una intelectual de su época. Entusiasta botánica y experta micóloga realizó importantes aportaciones a las ciencias naturales. Aportaciones, todo hay que decirlo, que debieron ser defendidas por su tío y cuyo reconocimiento no llegó sino muchos años después de su muerte como es el caso de la afirmación realizada por Potter a propósito de los líquenes que los considera una relación simbiótica entre los hongos y las algas.


Su primer libro infantil The Tale of Peter Rabbit (El cuento de Perico el conejo) estuvo siete años incubándose desde que ella lo escribió en forma de carta ilustrada para los hijos de su primera institutriz hasta que 1902 Norwan Warne, el hijo del editor al que hecía dos años le había llevado el manuscrito, le propusiese publicarlo a todo color y en formato pequeño, toda una novedad en la época ya que permitía llevarlo en los delantales. Ninguno de los dos se iba a  arrepentir de esta decisión, pues el libro rápidamente se convertiría en un éxito y ellos en pareja.


En él, para muchos el mejor libro de Beatrix Potter,  encontramos algunos de los rasgos que van a estar presentes en toda su obra: sus dibujos de animales y escenas rurales de gran realismo en los que plasma todos sus conocimientos de botánica, eso sí animales vestidos con bonitas ropas,  -en el caso del conejo Perico con  abrigo  azul y relucientes botones de latón- y una prosa impecable, correcta, precisa pero que narra en muchas ocasiones escenas no exentas de cierto salvajismo.


Ejemplos perfecto de todo ello los podemos ver en  la persecución a la que va a ser sometido nuestro conejo Perico cuando desoyendo las palabras de su madre, que le ha advertido que no entre en el jardín de su vecino el Sr. McGregor, decide hacerlo y se atiborra de verduras hasta ponerse enfermo o en la manera en la que la madre les cuenta que fue precisamente en ese jardín cuando su padre se convirtió en ingredientes para el pastel de la Sra. McGregor.






























A The Tale of Peter Rabbit le siguieron otros 22 libros publicados en pequeño formato, fácil de manejar y de leer por los niños, en los que nos narra  historias entrañables como la de Jemina, la pata del charco [The Tale of jemina Puddle-Duck (1908)] que poniéndose sus más elegantes  galas decide salir de la granja en la que vive para encontrar un buen lugar en el que construir un nido para incubar sus huevos y que, cual caperucita, va ser tentada por un zorro que la desea como plato principal de sus fiesta.










































En esta ocasión el cazador que viene a salvar en el último minuto, es sustituido por Kep el perro del granjero.

o la rana Jeremías [The Tale of Mr. Jeremy Fisher (1906)] que además de dejarnos constancia de su amor por las ranas, animales que solía incluir en las cartas ilustradas que enviaba a sus jóvenes amigos, nos presenta algunos de los dibujos más bellos y detallados de Potter.























En las obras de Potter siempre hay mucho de su vida, de sus gustos y del ambiente que le rodea. Desde el pueblo de Sawrey, de Lake District en el que Potter vivió treinta años y a cuya granja  se retiró cuando sus problemas problemas de visión le impidieron poder continuar escribiendo hasta su perro pastor favorito cuyo dibujo encontramos en   Kep el perro que salvaba a Jemina.


El final de su vida lo disfruto de una manera acomodada viviendo  de la fortuna heredada de sus padres, siendo ilustradora a tiempo parcial  y disfrutando de lo que más le gustaba: Hill Top la granja en la que criaba ovejas. Beatrix Potter también se convirtió en una de las mayores donantes de The National Trust for Places of Historic Interest or Natural Beauty, la entidad pública que protege el patrimonio natural británico. A su muerte, sin desdencia dejó escrito que gran parte de su patrimonio se convirtiese en  propiedad pública a través del National Trust. Hoy en día podemos consultar sus trabajos científicos en  el Museo-Biblioteca Armitt;  su trabajo literario y gráfico lo encontramos  en el museo Victoria and Albert de Londres. Y en Birnam tenemos los Jardines de Beatrix Potter.



Si os ha gustado y queréis leer la obra de Beatrix Potter os dejo una lista con los títulos que RZ100 Cuentos de boca ha traducido. (pinchando en el título accederéis a cada libro). 

El cuento de Pedrito el conejo travieso
El cuento de la ardilla nogalina
La historia de la señorita Minina
El cuento del señor Jeremías Peces
El sastre de Gloucester

3 comentarios:

  1. ¡Preciosos dibujos! Llenos de sensibilidad. ¡Gracias por compartirlos!

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  2. Me encanta , los dibujos reflejan una gran sensibilidad hacia la naturaleza y el arte.A los niños también les gusta. Muy oportuno para marzo, por ser escritora y por nuestros conejitos de pascua.

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