Madlenka, es el nombre de la protagonista de nuestra historia, una pequeña niña que vive en el universo, en un planeta, en un continente, en un país, en una ciudad... que es Nueva York.
Aunque realmente esto a ella le importa bien poco, lo que realmente le tiene excitada es que se le mueve un diente, su primer diente. Madlenka se está haciendo mayor y desea compartir este acontecimiento tan importante de su vida con sus vecinos, así que decide bajar a la calle y recorrer su manzana.
Pero Madlenka, como ya hemos dicho antes, vive en Nueva York y sus vecinos pese a vivir todos tan cerca no han nacido allí, sino que cada uno tiene unos orígenes diferentes: el panadero es francés, el heladero italiano, el tendero latinoamericano, el que vende los periódicos es hindú. También tenemos una cantante de ópera jubilada que nació en Alemania, una dependienta asiática y una
amiga negra del colegio con la que convierte el jardín interior del
edificio en los más diversos habitats.
Lo más maravilloso de todo es que sus vecinos, pese a vivir en una gran ciudad, no han perdido sus raíces, no han perdido su cultura y el libro nos lo enseña. Cada personaje a partir de una maravillosa ilustración nos muestran aspectos relevantes de su historia, de su literatura, de su tradición... convirtiéndose así cada visita de Madlenka en un viaje cultural o mejor en una incitación a que nosotros sigamos hablando e investigando sobre lo que ocurre en cada uno de esos lugares, en cada uno de esos mundos propuestos mostrados por Madlenka.
Cuando Madlenka acaba de recorrer su manzana y vuelve a casa, sus padres le esperan muy enfandados y le preguntan que dónde ha estado. La respuesta de Madlenka no podía ser mejor:
Dando la vuelta al mundo.
Un estupendo libro que nos habla de diversidad y de integración y que está inspirado en la propia hija de Peter Sís y en la ciudad en que este escritor e ilustrador, nacido en Brno, Checoslovaquia, en 1949 decidió vivir con su familia tras obtener el asilo político en EE. UU en 1984.
Una historia la que nos presenta Madlenka, llena de historias, tantas como queramos que nos habla de una sociedad multicultural que aprovecha la diversidad para enriquecerse empapándose de la experiencia de los demás.
Además de las múltiples posibilidades que le podemos dar a este argumento el libro ya merecería la pena por sus ilustraciones en tinta llenas de detalles que juegan de manera soberbia con la perspectiva conduciendo a los lectores por el mundo a través de los ojos de Madlenka. No en vano, por algo estamos ante uno de los ilustradores más brillantes del momento, ganador del Premio Hans Christian Andersen 2012.
Madlenka tuvo continuación El perro de Madlenka, pero de este libro hablaremos otro día.
Os dejo el enlace a la página web de Peter Sis (aquí) y a su blog (aquí) que bien merecen una visita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario