jueves, 6 de marzo de 2014

El Mundo de...Sara Fanelli

Hoy en El Mundo de... vamos a hablar de Sara Fanelli, todo un referente en el mundo de la ilustración infantil que curiosamente no tiene obra traducida al castellano, o al menos nosotros no la conocemos. Pero esto no nos parece un impedimento, si no más bien todo lo contrario, para bucear el fascinante mundo creado por una autora cuyo trabajo ha sido solicitado por la TATE -en 2006 le encargaron los mapas explicativos de los distintos movimientos artíticos que decoran los pasillos de la Tate Modern- y escribe para medios e instituciones tan importantes como The New York Times, The New Yorker, Pinguin, Faber and Faber, Tate Britain, Tate Modern o The Victorian Albert Museum, entre otros.


Sara Fanelli nació y se crió en Italia, en Florencia para ser más exactos y estas cosas marcan. Allí, en esta ciudad además de empaparse de unos referentes visuales propios del Renacimiento, se familizará, gracias a sus padres, con las vanguardias rusas. Nombres como Lissitsky y Maiakovski se encuentran entre las muchas influencias reconocidas por Fanelli, así como Kurt Schwitters, los dadaístas y los artistas de la Bauhaus -Paul Klee, en particular,- o el artista de graffiti estadounidense Jean-Michel Basquiat.


 Tras formarse en el Liceo Classico Michelangelo partirá rumbo a Londres para estudiar diseño gráfico e ilustración y será en el último año de sus estudios en el Royal College of Art cuando Sara Fanelli se adentre de pleno en el mundo de la ilustración infantil con dos libros que le marcaran su desarrollo profesional posterior. Y es que uno de estos libros fue Button (Botón) por el que recibió el Premio Macmillan for Children's Picture Book Illustration. Han pasado casi veinte años desde entonces y hoy Sara Fanelli tiene casi una veintena de libros publicados con los que ha creado todo un universo propio establecido a partir de su original utilización de la técnica del collage en la que emplea una muy cuidada combinación de materiales y tipografías.


 “Tuve la suerte de recibir semejante premio cuando todavía 
era estudiante, y el hecho de que se haya dado estando en la 
universidad, a través de un trabajo sumamente experimental, 
me permitió continuar trabajando en ese estilo. Hoy, los editores 
ya saben que ése es el único tipo de trabajo que me interesa hacer”.

Ya en Button, la historia de ese botón rojo que decide que quiere recorrer mundo, se ve perfectamente que el trabajo de Sara Fanelli va a ser absolutamente rompedor con la escena británica en la que se ha formado. Con un sentido del humor muy poco convencional y una apuesta absolutamente innovadora y experimental en todo lo que compone el libro -desde el diseño de la página hasta la tipografía o la elección de los materiales- su obra suele ser relacionada con  la de la checa Kveta Pacovska, el alemán Erlbruch o la de la americana Lane Smith.


Hablemos un poco de la obra de Sara Fanelli y de por qué es tan especial. Lo primero que deberíamos decir es que el grado de involucración y control de Fanelli en cada aspecto de la producción del libro es total. Ella entiende el libro ilustrado como un objeto tridimensional táctil por lo que para ella ningún elemento es superficial y se trata, precisamente, de poner todos estos elementos a trabajar. Esquinas, bordes, texturas, papeles, tamaños... todo entra en el juego. Un buen ejemplo es su libro First Flight (2002) en donde las esquinas de las páginas hacen que el libro en su parpadeo simule un vuelo.


Aunque la característica más recurrida a la hora de hablar de la singularidad de su obra es su particular técnica de collage. Probablemente el origen del empleo de esta técnica se encuentra en la búsqueda de alternativas a la utilización del color plano que suelen tener las ilustraciones convencionales, pero también podemos verla como una salida para su hábito compilador. Fanelli colecciona artículos de papelería de principios del siglo XX como sellos, etiquetas estampadas, etiquetas de precio, sobres con forros modelados,  papeles de todo tipo imaginable pero en especial papel cuadriculado... que posteriormente empleará en sus collages. Un paseo por su web nos deja claro su gusto.


Orígenes a parte lo que queda claro es que todo en sus collages ha tenido una vida previa. Papeles de caramelos arrugados, papel de periódico amarillento: cada marca, cada mancha tiene su propia historia que contar, y Fanelli entreteje cada una de estas historias con su propia narrativa. Colocados nuevamente,  elementos a menudo dispares y en un principio más bien estáticos adquieren una nueva significación en los libros de Sara Fanelli.


Su libro Dear Diary (2000) es todo una obra maestra. Encuadernado como si se tratasede un libro escolar antiguo de esquinas redondeadas, tiene las guardas llenas de garabatos, bocetos y sumas a medio terminar. Los extractos del diario son escritos por una niña, una silla, una luciérnaga, un perro y un cuchillo y tenedor. Por todas partes letras escritas a mano, como si con ello quisiera celebrar el arte de la escritura haciendo hincapié en su estrecha relación con el dibujo, los apuntes y los garabatos.


Conviene recordar que para Fanelli el garabato, lejos de tener las connotaciones negativas que habitualmente se le suelen atribuir, es algo que está vivo... que genera una sensación de energía en la página. Sus páginas están llenas de ellos; garabatos urgentes, enojados, suaves, rítmicos o sin sentido; garabatos que pueden representar nubes, árboles, lobos o arañas. En contraste con la formalidad de las sillas y mesas que aparecen en sus dibujos para representar la armonía y la disciplina, el garabato es un poderoso símbolo de la alegría y del desorden.

Además de ilustrar sus propios textos y libros de poesía como The New Faber Book of Children's Verse (2001), una antología en la que están representados poemas de diferentes culturas, periodos históricos o geografías de autores como A. A. Milne, Lewis Carroll, Seamus Heaney, Ted Hughe o Carol Ann Duffy, Fanelli también ha ilustrado Pinocho de Carlo Collodi. La manera con la que afrontó toda la tradición que en él viene implícita bien merece que le dediquemos unas líneas.


Además de ilustrar sus propios textos y libros de poesía como The New Faber Book of Children's Verse (2001) antología en la que están representados poemas de diferentes culturas, periodos históricos o geografías de autores como A.A. Milne, Lewis Carroll, Seamus Heaney, Ted Hughe o Carol Ann Duffy y para los que Fanelli realiza dibujos creados con pincel: es más audaz que una pluma y me gusta para que la marca en sí misma para sugerir la dirección que el dibujo debe tomar Fanelli también ha ilustrado el clásico de Carlo Collodi , Pinocho y la manera con la que afrontó toda la tradición que en él viene implícito bien merece que le dediquemos unas líneas.


Lo primero que Fanelli realizó en su Pinocho fue quitar importancia al personaje de Gepetto para con ello intentar "salvar" aquellas partes que siempre había considera débiles de la historia, en gran parte debido a su torpe moral. Reconducido el guión, el hecho de que Pinocho fuese una marioneta facilitó mucho las cosas, pues marionetas y collages comparten un principio esencial:  la implicación de gran cantidad de partes móviles. 

Fanelli le da a su Pinocho un sentido de teatro callejero. El libro comienza con una fotografía en blanco y negro de la campiña italiana: a lo lejos, de pie orgulloso del horizonte, un Pinocho monumental con su larga nariz, repitiendo la forma puntiaguda de los cipreses de alrededor. Luego, poco a poco, el color entra en acción, junto al universo Fanelli creado a partir de gloriosos collages, dibujos, acuarelas, diminutas viñetas diagramas, chistes, y por supuesto, garabatos


Podríamos seguir hablando de otros muchos títulos geniales de Fanelli como Sometimes I Think, Sometimes I am (2007), My Map Book (1995), Wolf (1997), It´s Dreamtime (1999), ... será en otro momento. Pero no quiero concluir este artículo sin hacer mención de su último trabajo The Onion's Great Escape  publicado por Phaidon. Un libro en el que vuelve a hacer uso del collage, en esta ocasión combinando ilustración y fotografía, para contarnos una historia en la que los niños deben salvar a la cebolla de una sartén caliente... ¿Cómo lo harán? Contestando a las preguntas que Sara Fanelli  formula en cada páginas. Si contestamos todas las preguntas, la cebolla se podrá separar del libro y así escapar. Delicioso se mire como se mire.


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