viernes, 29 de noviembre de 2013

El collar de perlas, de María Peña Lombao.

Era un día de mucho sol y calor en el monte y Sofía y Dama cogieron los sombreros de paja, las gafas de sol y un par de toallas para ir a la playa. Fueron solas, sobrevolando el bosque y bajando el río. Vieron a los marineros pescar, a la gente nadar en la playa y a las gaviotas merendar peces del mar. Avistaron una cala, una playa muy pequeña en la que no había nadie, y decidieron parar a darse un baño.

La playa estaba rodeada de rocas y en el medio, había una gran escalera tallada en una piedra tan alta como los árboles del bosque. Sofía y Dama dejaron las cosas en la arena, junto a la toalla y caminaron descalzas hasta el primer peldaño. Intentaron subir, pero la piedra quemaba. De repente bajó una manada de nécoras, que son unas tortugas rojas con patas que pueden caminar por terrenos calientes o fríos, porque sus pies están dentro de un caparazón que las protege. Desde lejos parecían hormigas pero a medida que se acercaron a la arena eran más grandes, como el pie de Sofía más o menos. Las nécoras pasaron de largo sin decir ni mú, corriendo hacia el mar y Sofía y Dama, que nunca habían visto ese tipo de tortugas, se miraron extrañadas y las siguieron hasta la orilla. 
          - ¡Ei! Tortugas coloradas, ¿adónde vais con tanta prisa?
          - Vamos a comer, tenemos hambre y calor. 
          - ¡Qué aproveche! 
          - ¡Ciao Sofía!

Dama empezó a ladrar hacia las tortugas y Sofía pudo ver cómo se llevaban sus sandalias amarillas. Alarmadas, les pidieron a gritos que volviesen a la arena con sus sandalias amarillas, pero las tortugas ya estaban nadando bien lejos de la orilla y desaparecieron bajo el agua, dejando las sandalias de Sofía flotando.
           -¡Ay Dama! ¿Cómo las recuperaré?

Dama empezó a dar vueltas sobre sí misma cavando un agujero en la arena mojada.

           -¡Dama mira!

Algo brillaba en el mar, cerca de las sandalias. Dama paró de cavar; sólo la nariz sobresalía de la arena. Sofía la sacó del pozo y las dos acordaron que Dama llevaría a Sofía a lomos hasta descubrir qué era aquel destello que jugaba con sus sandalias amarillas. Dama nadaba con la cabeza alta como un caballo, y sus patitas se movían rápido como las patas de las tortugas coloradas.

Aquel destello de luz resultó ser una lubina con un collar de perlas que soltaba reflejos de luz en el agua.

           - Me llamo Sofía y ella es Dama, ¿cómo te llamas pez?
           - Me llamo Lubina
           - Lubina, ¿qué es eso que tienes que brilla?
           - Es un collar de perlas
           - ¿Y para que sirve?
           - Para bucear.

Sofía se dio cuenta de que Dama y Lubina sabían bucear, pero ella no. Dama seguía moviendo sus patitas mientras Lubina y Sofía aclaraban sus dudas:

           - Sofía, ¿y estas sandalias para que sirven?
           - Pues esas sandalias, Lubina, me las regaló mi abuelo y son mis preferidas. Sirven     para ir lejos de casa y para volver a ella. Sirven para volar, ¿tú sabes volar?
           - No
           - ¿Y me lo dejas?
           - ¿Qué quieres que te deje Sofía?
           - El collar que sirve para bucear. Y entonces yo te dejo mis sandalias y te das una vuelta.
          - Me da un poco de miedo… es que yo no soy piloto, Sofía, soy una Lubina de mar, pero… venga lo intentaré! ¡Total!, si me caigo en el agua… ¡nada me va a pasar!

Sofía y Lubina intercambiaron sus amuletos mágicos. Sofía buceó por debajo del mar guiada por Dama, que tiraba del collar de perlas que Sofía llevaba al cuello. Sofía nunca había visto tantos colores juntos; los peces, las algas, las piedras y las conchas la saludaban al pasar. Sofía les mandaba besos.

Dama buceaba tapándose la nariz con una pata, con la otra tirando de Sofía, y moviendo las dos de atrás como un torbellino. La luz cambió de repente y se dieron cuenta de que se estaba haciendo tarde. Subieron a la superficie y allí estaba esperando Lubina, que no paraba de hablar de lo bonita que era la tierra desde el aire. Lubina descubrió que había agua que bajaba de las montañas y Sofía y Dama se reían y se reían y se reían y le dijeron a su amiga Lubina que aquello se llamaba río.

Y se fueron hasta la orilla nadando, compartiendo las cosas que las dos habían visto por primera vez aquella tarde. Donde Sofía hacía pie, se puso las sandalias y le colocó el collar a Lubina. Se dieron un abrazo muy largo y prometieron verse pronto.

Sofía y Dama recogieron la toalla, se pusieron las gafas de sol de diadema y de vuelta a casa, mientras se secaban el pelo con el viento, hablaron de la cantidad de gente y de colores nuevos que había debajo del agua. Al cruzar el bosque vieron a Flequillo de lejos, se acercaron a saludarle desde el aire y Flequillo les dijo desde una roca muy alta:

          - Hasta mañana amigas, buenas noches y a dormir, para poder soñar y luego contarles a todos, las aventuras que han de pasar.

Si queréis seguir leyendo historias de Sofía y Dama os dejamos el enlace de todas las publicadas.




jueves, 28 de noviembre de 2013

El árbol rojo, de Shaun Tan


Hoy, como todos los viernes, toca recomendación y el libro elegido es El árbol rojo de Shaun Tan escritor e ilustrador australiano que en el 2011 recibió el Premio Memorial Astrid Lindgren además de un Oscar  de  Hollywood por el corto animado de su obra La cosa perdida (The Lost Thing) .


La protagonista de esta historia es una niña peliroja. De ella no sabemos nada, ni tan siquiera su nombre, ni que hace en su vida... únicamente sabemos que está presente en cada una de las imágenes,  en cada uno de los mundos imaginarios que Shaun Tan nos presenta en este libro. Imágenes que son toda una  invitación al lector para que sea él, sin explicación por parte del autor, quien  extraiga o las dote de significado.
"...Como concepto, el libro se inspira en el impulso de los niños
 y adultos para describir sentimientos mediante metáforas
monstruos, tormentas, la luz del sol, el arco iris, etcétera. 
Superando los clichés, intenté crear imágenes que exploraran 
las posibilidades expresivas de este tipo de imaginación 
compartida que pudiera resultar extraña y familiar a la vez..."



El árbol rojo es un libro sin historia, alejado de la narración secuencial a la que estamos acostumbrados, en la estela de The Mysteries of Harris Burdick de Chris Van Allsburg (1984), enigma de palabras e imágenes que dejan volar libre a la imaginación del lector. Un libro que podemos comenzarlo en cualquier página, leerlo al revés o en el orden habitual y contemplar durante todo el tiempo que necesitemos cada una de las ilustraciones. Con ellas, a través de ellas Shaun Tan encuentra el vehículo perfecto para realizar su fin: un álbum ilustrado sobre sentimientos, sin necesidad de una linea narrativa de contexto, que de algún modo fuera «directamente a la fuente».


Shaun Tan comienza el libro describiéndonos el día de esa joven: A veces el día empieza vacío de esperanzas... La joven camina cabizbaja, el mundo es una máquina sorda a la que nada le importa, nada tiene sentido ni lógica. Todo nos supera, los problemas llegan de golpe y no hay lugar para las cosas maravillosas. No sabes quién eres, ni dónde estás, y cuando parece que el día va a terminar igual que empezó... algo sucede que cambia el rumbo de las cosas.


La jovencita pelirroja es un sustituto buscado por Shaun Tan de todos nosotros. Su vida como la de cualquiera pasa, sin poder remediarlo,  por malos momentos pero lejos de entender el libro como una invitación a la desesperación es todo un grito a la esperanza, a ese maravilloso instante... que puede sorprendernos en cualquier momento. Como dice Shaun Tan la mínima historia que pueda haber en este libro intenta recordarnos que, del mismo modo que los sentimientos negativos son inevitables, la esperanza siempre consigue mitigarlos.


El árbol rojo fue galardonado con el premio Patricia Wrightson en los NSW Premier’s Book Awards, y recibió el premio Le Prix Octogones 2003 del Centre International d’Études en Litterature de Jeunesse a partir de su traducción al francés. En España ha sido editado por la editorial Barbara Fiore que por su labor y criterio bien merece un artículo de este blog. Lo haremos.

Buen día y hasta mañana. Os esperamos con una nueva aventura de Dama y Sofía firmada por María Peña Lombao.


FUENTES:

http://www.barbara-fiore.es/index.php/blogs/prensa/el_arbol_rojo
http://www.tecnicolor.es/files/tag-shaun-tan.html

martes, 26 de noviembre de 2013

Max y Moritz. 6º travesura

SEXTA TRAVESURA.


Por Pascua, este panadero
se ha puesto el día entero
fabricando bizcochones,
pastelillos y bombones.
Y muchas otras dulzuras
para alegrar a los curas
y también a feligreses,
que lo esperan desde meses.
Max y Moritz los olieron
y ya probarlos quisieron
Der Bäcker macht das Backhaus zu
El panadero lo sabe
y cierra la puerta con llave.
Durch den Schlot
Y si ellos quieren robar
la chimenea han de usar
Schwarz wie Raben
¡Plum! Negros como el carbón,
cae ambos sobre el arcón.
... in die Mehlkist'
muy cerca de la cocina,
que estaba lleno de harina,
 Weiß wie Kreide
de donde salen, ¡atiza!,
tan blancos como la tiza.
Auf den Stuhl
Pero¿qué ven al instante
puestos sobre un alto estante?
Unos hermoso roscones,
que alegran sus corazones.
... der bricht entzwei
Ya se suben a una silla,
¡klak!, se parte la muy pilla
... und in den Brei
Y, aunque parezca guasa,
¡plaf!, caen ambos en la masa.
Voll Kuchenteig
Con la masa por corteza
es muy grande su tristeza.
... bemerkt sie Meister Bäcker
El panadero ha llegado
y nota lo que ha pasado.
Zwei Brote
Para que den buen provecho
dos panes de ellos ha hecho.
... in das Ofenloch
Al horno, que aún tiene fuego,
los mete a cocerse luego.
... und aus der Glut
Ruff! De allí saca tostados 
dos bollos bien amasados
Noch leben sie
¿Los creísteis ya perdidos?
Pues estabáis confundidos.
Knusper, Knasper
Rac, rac, como dos ratones
roen de sus cascarones
para salir de la masa
y así escapar de la casa.
Da laufen sie
_¡Ay! _grita el buen panadero_
¡Bollos con patas no quiero!

***

Y, tras esta travesura,

lunes, 25 de noviembre de 2013

An Alphabet of celebrities, Olivier Herford (1ª parte)

A´s Albert Edward, well meaning but flighty,
who invited King Arthur, the blameless and mighty,
to meet Alcibiades and Aphrodite.
 B is for Bernhardt, who fails to awaken
much feeling in Bismarck, Barabbas, and Bacon.
C is Columbus, who tries to explain
how to balance an egg—to the utter disdain
of Confucius, Carlyle, Cleopatra, and Cain.
 D is for Diogenes, Darwin, and Dante,
who delight in the dance Of a Darling Bacchante.
 E is for Edison, making believe
He's invented a clever contrivance for Eve,
Who complained that she never could laugh in her sleeve.
 F is for Franklin, who fearfully shocks
the feelings of Fenelon, Faber, and Fox.
G is Godiva, whose great bareback feat
though Gounod and Goldsmith implore and entreat.
 H is for Handel, who pours out his soul
through the bagpipes to Howells and Homer, who roll
on the floor in an ecstasy past all control.
I is for Ibsen, reciting a play
while Irving and Ingersoll hasten away.
 J is for Johnson, who only says "Pish!"
to Jonah, who tells him his tale of a fish.
K is the Kaiser, who kindly repeats
some original verses to Kipling and Keats.
L is Lafontaine, who finds he's unable to interest Luther and Liszt in his fable,
while Loie continues to dance on the table.
M is Macduff, who's prevailed upon Milton
and Montaigne and Manon to each try a kilt on.
 N is Napoleon, shrouded in gloom,
with Nero, Narcissus, and Nordau, to whom 
he's explaining the manual of arms with a broom.

domingo, 24 de noviembre de 2013

La Medalla Caldecott es para... Jon Klassen por This Is Not My Hat


Desde que comenzamos nuestra andadura hace aproximadamente mes y medio cada lunes intentamos dar cuenta de un premio. Así hemos tenido el placer de invitar a estas líneas a Isol, Permio ALMA 2013; Mónica Rodríguez, Premio Leer es Vivir; Carme Solé Premio Nacional de Ilustración 2013... pues bien hoy le toca el turno a Jon Klassen que ha sido reconocido por su libro This is not my hat con la Medalla Caldecott, el galardón más importante de literatura infantil estadounidense, que otorga desde 1938 la American Library Association al que consideran el mejor albúm del año y que en ocasiones anteriores fueron distinguidos nombres tan prestigiosos como Maurice Sendak premiado por Where the Wild Things Are o Arnold Lobel por Fables.


This is not my Hat ha sido publicado en castellano por la editorial Milrazones bajo el título Este no es mi bombín.


Jon Klassen es un joven ilustrador canadiense que trabajaba en películas de animación -Coraline o Kung Fu Panda son títulos en los que podemos encontramos su nombre- hasta que le picó el gusanillo de la ilustración impresa y decidió combinar ambos mundos. Tras una primera andadura en la que se dedica a ilustrar libros de otros -labor que como posteriormente veremos continúa realizando- decidió en el 2011 embarcarse él sólo en una nueva aventura por título Yo quiero mi gorro (I Want My Hat Back).




Yo quiero mi gorro es un divertido relato gráfico que, al igual que This is not my hat, también trata de animales que se roban el sombrero unos a otros, y que fue elegido, en la lista que confecciona cada año The New York Times Book Review, como uno de los diez mejores libros ilustrados del 2011. A partir de ese año John Klassen se ha convertido en un asiduo de lesta lista apareciendo en 2012 por sus ilustraciones en House Held Up by Trees escrito por Ted Kooser y en 2013, como ya dimos cuenta en Cuentos de Boca, por The Dark con texto de Lemony Snicket.

Por si fuese poco tanto reconocimiento, de las cinco medallas de plata o menciones que ha concedido este año el jurado de la medalla Caldecott una de ellas también ha sido para Jon Klassen, en este caso por las ilustraciones realizadas para Extra Yarn de Mac Barnett.


Os dejo el listado de las otras cuatro menciones de la Medalla Caldecott. La verdad, todos tienen una pinta estupenda. Los iremos descubriendo.

 Creepy Carrots!, ilustrado por Peter Brown, escrito por Aaron Reynolds 
y publicado por Simon & Schuster Books.
Green, de Laura Vaccaro Seeger publicado por Neal Porter Books.
 One Cool Friend, ilustrado por David Small, escrito por Toni Buzzeo
publicado por Dial Books for Young Readers. 
Sleep Like a Tiger, ilustrado por Pamela Zagarenski, escrito por Mary Logue 
y publicado por Houghton Mifflin Books for Children.

 
FUENTES:

http://www.ala.org/alsc/awardsgrants/bookmedia/caldecottmedal/caldecottmedal

Ilustradores: Lucien Laforge



 “Mais moi je ne suis pas à la mode (...). 
Je n’aime que la vie et la liberté
(Lucien Laforge)
Lucien Laforge es un ilustrador francés que a partir de 1910 comenzó a publicar en revistas de entretenimeinto como Pages folles o Tout-Paris dando pronto preferencia a aquellas que le permitían expresar su idiología de izquierdas como Les hommes du jour, Le Journal du Peuple, L'Humanité, Clarté, Le Canard enchaîné o Le Libertaire. 

Obviamente no le traemos a Cuentos de boca por esta faceta sino porque paulatinamente comenzó su carrera como ilustrador de libros, trabajando para autores como Charles Baudeliare, François Rabelais, Gaston Dumestre, Gustave Coquiot, Lucien Descaves,... y como no Charles Perrault.

Las primeras imágenes son algunas de las geniales ilustraciones, contenidas en medallones circulares, que realizó para los cuentos de Charles Perrault. Las ultimas seis pertenecen a l’abécédaire mythique reeditado en 2010 por  Les éditions de la Mercurie.


 
Fuentes

http://magalerieaparis.wordpress.com/2011/01/18/labecedaire-de-lucien-laforge/
http://blog.abraxas-libris.fr/345/abcde-lucien-laforge-aux-editions-de-la-mercurie/