El mundo de... Quentin Blake

Buenos días hoy en el Mundo de... vamos a hablar de otro de esos pesos pesados de la Literatura Infantil Contemporánea. Su nombre Quentin Blake.

¿Os suena esta niña? Sí, es Matilda, la protagonista la novela de Roald Dahl. Esa niña ingeniosa, resuelta donde las haya, devoradora de libros y con poderes telequinétios, pero Matilda es también una creación de Quentin Blake, su ilustrador favorito.  

Nacido en 1932, Quentin Blake es uno de los autores e ilustradores de libros para niños más exitosos y queridos de Gran Bretaña. Aunque estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Cambridge y Educación en la de Londres, su gusto por el dibujo le venía de lejos y con tan sólo dieciséis años ya publicó su primer dibujo humorístico en la prestigiosa revista Punch. Una colaboración que continuó en el tiempo -y se amplió a publicaciones como The Spectator-, pero pronto, en 1960,  la literatura infantil llamó a su puerta y, pese acompaginarla con otras muchas actividades e intereses, ya jamás ha dejado de estar presente en su vida. Y no de una manera cualquiera.

Unos pequeños datos nos dan cuenta de la importancia que ésta ha tenido. Su obra recoge ilustraciones para más de 250 libros y en ellos ha trabajado con 80 autores diferentes entre los que podríamos destacar colaboracines con nombres como Margaret Mahy, Russell Hoban, Joan Aiken, Michael Rosen y, por supuesto, Roald Dahl. Vayamos poco a poco y veamos algunos momentos importantes de esta brillante carrera que le han llevado a obtener galardones como Kate Greenaway Medal (1980), Red House Children's Book Award (1981), Kurt Maschler Award (1990), el Bologna Ragazzi Prize,  el Children´s Laureate o el Hans Christian Andersen.

 

Patrick, es la historia de un violinista que consigue con su música cambiar las cosas de color, pero Patrick también es la primera vez en la que Quentin Blake firmó no sólo las ilustraciones sino también la autoría de la historia.  Con este libro Blake intentaba hacer algo diferente a lo que había hecho hasta ese momento, no quería limitarse a ilustrar una historia sino que quería llegar un poco más allá, quería crear un álbum ilustrado, algo que en 1968 no estaba todavía muy de moda. El resultado un libro lleno de color, con su característico trazo rápido y espontáneo y sus tiernos y expresivos personajes, además de un buen ejemplo de la importancia que han tenido los propios ilustradores en el cambio que ha sufrido la literatura infantil en los últimos cincuenta años.

Ilustración de Patrick

Por supuesto, su carrera como escritor no finalizó con este libro. Quentin Blake tiene otras muchas publicaciones -en torno a veinticinco títulos- en las que la autoría del cuento también le pertenece como Mister magnolia, maravilloso albúm ilustrado escrito en verso que con sus "sin sentidos" hace las delicias de todo niño; Tell me a picture, estupenda invitación al arte para los más jóvenes en la que los personajes de Blake no se dejan intimidar y hacen todo tipo de preguntas sobre las 26 grandes obras de arte seleccionadas que nos ayudan a componer la historia de cada cuadro;  Este niño es un terremoto divertida metáfora de la vida en la que con su fino sentido del humor Quentin Blake nos presenta las diferentes etapas del crecimiento de un niño hasta que llega a la juventud o Clown una historia sin palabras que trata de la lealtad de los amigos y la perseverancia frente a los contratiempos; una animación silenciosa en la que la complejidad de la historia y las emociones de los personajes están descritas a partir de las simples líneas de sus magistrales ilustraciones. No nos extraña nada que sea uno de sus libros más queridos.

 

 Ilustraciones de Clown

Ilustraciones de Este niño es un Terremoto

Pero pese a la gran calidad e interés que tiene su obra individual lo que no podemos negar es que en sus alianzas se encuentran algunos de los libros más importantes de la litertura infantil y juvenil de los últimos años. Recorramos brevemente algunos de los nombres con los que ha trabajado.

“... yo disfruto trabajando los textos y las ideas

 de otras personas tanto como con las mías. 

Es como si me hubieran dado una entrada

 para visitar la imaginación de alguien, 

y uno nunca sabe bien qué va a encontrar allí.”

 (Quentin Blake)

John Yeoman

La propia carrera de Quentin Blake comienza con una alianza pues su primer libro no es Patrick sino  A Drink of Water, un libro de 1960 firmado por John Yeoman. El primero de muchos.  Ambos firmarán títulos como The Boy Who Sprouted Antlers, Up with Birds!, Old Mother Hubbard's Dog Needs a Doctor, Our Village, The Bear's Winter House, Six and Sevens, Mouse trouble o el divertísimo, y único que conocemos traducido al castellano,  Las lavanderas locas traducido en su primera edición como La revelión de las lavanderas.

Joan Aiken.

La relación con esta escritora, de la que en próximas semanas haremos El Mundo de..., comienza cuando Quentin Blake realizó los dibujos para la serie de televisión Arabel and Mortimer que posteriormente se convertiría en libro. Aiken quedó tan satisfecha con el trabajó que solía decir que nadie podría imaginar la historia sin el trabajo de Blake. Aunque debido al éxito que estaba teniendo con el resto de su obra abandonó pronto la serie de televisión, Blake ha continuado ilustrando los libros y haciéndose cargo de nuevos personajes.

 Ilustración de Quentin Blake para
Arabel and Mortimer

Michael Rosen

Ya el primer libro para niños de Michael Rosen,  Mind Your Own Business, publicado en 1974  fue ilustrado por Quentin Blake.  A partir de entonces nos faltan dedos de la mano para contar sus múltiples colaboracionescolaboraciones. Algunos títulos son Wouldn't You Like To Know (1977), You Can't Catch Me (1981), Quick Let's Get Out Of Here (1983), Don't Put Mustard In The Custard (1985), Smelly Jelly Smelly Fish Under the Bed (1986), Hard-Boiled Legs (1987), Tea In The Sugar Bowl, Potato In My Shoe (1997), Sad Book (2004), You're Thinking About Tomatoes (2005), Mustard, Custard, Grumble Belly and Gravy (2006).

Ilustración de Quentin Blake para Sad Book.

Roald Dahl.

Aunque sin lugar a dudas  su alianza más conocida es la firmada con uno de los grandes, por no decir el más grande, de la LIJ: Roald Dahl. Un trabajo conjunto que comienza a mediados de la década de los setenta con El cocodrilo enorme  y que les llevará a trabajar en casi una veintena de libros y compenetarse de tal modo que Dahl decidirá trabajar únicamente con él, dando a partir de entonces una imagen gráfica reconocible a primera vista a sus libros. Juntos nos darán títulos tan inolvidables como Matilda, El gran gigante bonachón, Ocúpate de tus asuntos, Cuentos en versos para niños perversos, Danny el campeón del mundo, Charlie y la fábrica de chocolate, Las Brujas, La maravillosa medicina de Jorge...   

Con sus dibujos rápidos y espontáneos, de trazo aparentemente sencillo realizados primeramente a lápiz para posteriormente pasar a la tinta; con sus formas planas y espacios sugeridos; con sus ilustraciones aparentemente descuidadas; con sus feos personajes pero siempre tiernos y con gran sentido del humor nos introduce como pocos en las historias- sean suyas o ajenas- y nos da pie a que nosotros soñemos, a que imaginemos, a que vivamos con ellos.

“ Quentin Blake tiene esa enorme agudeza 

y cuando dibuja siempre hace una afirmación sobre el

personaje. [...]. Creo que

es el mejor ilustrador de los libros infantiles que hay en el

mundo en este momento.”

(Roald Dahl)

Toda una invitación a seguir leyendo, en este caso a otro de esos imprescindible clásicos contemporáneos: Quentin Blake.

Para aquel que quería seguir conociendo su obra le dejo dos links, el de su propia página web y el del monográfico que la revista peonza publicó sobre Quentin Blake y Roald Dalh. Merece mucho la pena.