martes, 7 de enero de 2014

Willie Mouse, Alta Tabor

Willie Mouse

by


Alta Tabor



 Illustration

The


Saalfield Publishing Company


Chicago    Akron, Ohio    New York


PRINTED IN U. S. A.


Willie Mouse

Se va de viaje en busca de la luna.


Willie Mouse siempre había escuchado decir a su mamá y a su papá que la luna estaba hecha de queso verde, así que una noche pensó que iba a salir a su encuentro.

Cogió un trozito de queso y un pedazito de pan y, tomando su linterna, comenzó el viaje.


No había andado mucho cuando se encontró con su amigo, el Sr. Ratón de los bosques, que le preguntó a dónde iba.

         ¡Oh! -dijo Willie- Voy en busca de la luna. Ya sabes que está hecha de queso verde.

        Yo no creo que este hecha de queso verde, dijo el Sr. Ratón de los bosques, pero Willie no le hizo ningún caso y siguió su camino.


Cuando pasaba por la ronda del Trébol Verde se encontró con la señorita Jenny de los pantanos que parecía muy alegre con su sombrero amarillo.
 
¿Dónde va usted?- le preguntó.


Estoy en el camino que va hacia la luna.

 
¡La luna! - Exclamó la señorita Jenny-, nunca la alcanzará.



Una noche volé muy, muy alto y me pareció imposible llegar a ella  - le dijo la señorita Jenny.

Entonces -le contestó Willie- ¿Para qué está hecha de queso verde si no podemos alcanzarla?

Y continuó su camino. 


Se adentró en el bosque y cuendo levantó los ojos vio a la Sra. Ardilla saltando de rama en rama.

       Buenas tardes, Sra. Ardilla- le dijo.

      Está usted muy alta. Seguramente  puede decirme cuál es el camino que va a la luna. Ya sabe que está hecha de queso verde.



No creo que este hecha de queso verde, ¿por qué no iba a a estar hecha de avellanas?

Qué ignorante es todo el mundo. - Pensó Willie Mouse para sí mismo.


 










Así que se fue y continuó caminando hasta que llegó a un pequeño agujero en el suelo. La curiosidad hizo que se asomara dentro. Allí estaba la señora Topo, que en cuanto lo vio salió a saludarle.
 
¿Vive ahí abajo?- Preguntó Willie cortésmente.


, -respondió la señora Topo.

       Entonces me temo que no me puede decir como llegar a la luna. Está hecha de queso verde, ya sabe.

       Tonterías. No pierdas tu tiempo en buscar la luna. Mantén tus ojos abiertos por si ves gusanos.


 
Willie se despidió de la señora Topo. Se estaba haciendo tarde, así que decidió sentarse, abrir su atillo y cenar un poco.

Tal vez no pueda llegar a la luna a tiempo -pensó Willie-, será mejor que ahorre un trocito de queso para la cena.




Después de la cena se quedó dormido y al despertarse se encontró con que todo estaba bastante oscuro. Levantó la vista y allí, justo encima, en lo alto del cielo estaba la luna.

        ¡Oh, Sra. Luna!- exclamó-. No parece que esté muy lejos. Creo que sería mucho más fácil que usted viniese aquí abajo que que yo llegara hasta donde ustedestá.
 

Pero la señora Luna se quedó donde estaba.



Cuando levantó su vista el ratón Willie vio dos grandes ojos que brillaban en la oscuridad.

Pertenecían a la Sra. Búho, y como Willie no era más que un pequeño ratoncito no sabía que la aseñora Búho lo que más le gustaba eran  los pequeños ratones como él.


Por favor, señora Búho, dijo Willie, ¿cómo puedo llegar a la luna?

La señora Búho descendió volando hasta donde él estaba y le dijo:


       -Este es el camino a la Luna-

Y alcanzándolo con su pico  lo llevó a la casa del búho donde ella vivía.


Cuando Willie  vio a todos los buhitos con sus enormes picos abiertos empezó a tener miedo. Temía que la señora Búho pudiera comérselo. Pero no sabía que un buen duende verde, que vivía en el tronco del árbol, estaba cerca.  

Y cuando la Sra. Búho  iba a abrir su enorme pico allí estaba el elfo para rescatar a Willie saltando al suelo con él en la espalda.


El buen duende verde mostró a Willie el camino a casa. Una vez hubieron llegado Willie pensó que debía preguntarle si, realmente, la luna estaba hecha de queso verde, pero, de repente, el señor elfo había desaparecido.

Willie todavía sigue pensando que un día encontrará la luna y que tendrá suficiente queso para toda la vida.


Pero tendrá que esperar a ser un poco más viejo y más grande antes de intentar de nuevo alcanzar la luna.  

Tal vez en ese tiempo también consiga ser más sabio.



Traducción: Cuentos de boca.

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