Un miércoles más abrimos nuestro auditorio para acercar algunas de las obras más famosas de la música clásica a nuestros niñ@s. Hoy de esa lista de diez que planteábamos allá por septiembre (aquí), le toca el turno a la sexta, que no es si no La danza húngara, nº 5 de Johannes Brahms otro de esos "grandes éxitos" de la música clásica reconocible por la inmensa mayoría del público con la escucha de apenas unos compases.
Una obra con la que estoy segura que disfrutaréis con vuestros chavales pero que, dada sus características, además nos da la posibilidad de hablar, y más importante todavía de reconocer su forma musical, así como definir el uso que se hace del folclore en el romanticismo o el concepto de música pura. Todo ello, como siempre, con el lenguaje más simple y claro que podamos.
CONTEXTUALIZAMOS
Estamos ante una obra que Johannes Brahms escribió en 1869, en pleno romanticismo, dentro del primero de los cuatro cuadernos que compuso de Danzas húngaras arregladas para piano.
Una obra con la que estoy segura que disfrutaréis con vuestros chavales pero que, dada sus características, además nos da la posibilidad de hablar, y más importante todavía de reconocer su forma musical, así como definir el uso que se hace del folclore en el romanticismo o el concepto de música pura. Todo ello, como siempre, con el lenguaje más simple y claro que podamos.
CONTEXTUALIZAMOS
Estamos ante una obra que Johannes Brahms escribió en 1869, en pleno romanticismo, dentro del primero de los cuatro cuadernos que compuso de Danzas húngaras arregladas para piano.
Apenas dos líneas de información y ya tenemos muchas posibles preguntas en el aire.
INFLUENCIA DE LO POPULAR.
¿Danzas húngaras? Sí, en la música romántica también se dejó sentir ese auge de lo nacional y del nacionalismo. Del mismo modo que desde comienzos del s. XIX se va a desarrollar un interés por las lenguas periféricas como el checo, el húngaro o el ruso, además de un interés creciente por la historia local y las costumbres, en música vemos como los compositores se van a sentir fascinados por el folclore de cada pueblo, por sus cantos y sus bailes, por esos idiomas musicales específicos con los que está creada una música popular que hasta ese momento apenas se apreciaba.
INFLUENCIA DE LO POPULAR.
¿Danzas húngaras? Sí, en la música romántica también se dejó sentir ese auge de lo nacional y del nacionalismo. Del mismo modo que desde comienzos del s. XIX se va a desarrollar un interés por las lenguas periféricas como el checo, el húngaro o el ruso, además de un interés creciente por la historia local y las costumbres, en música vemos como los compositores se van a sentir fascinados por el folclore de cada pueblo, por sus cantos y sus bailes, por esos idiomas musicales específicos con los que está creada una música popular que hasta ese momento apenas se apreciaba.
Prueba de ello es que en la música del romanticismo -estas Danzas húngaras de Brahms son uno de tantos ejemplos- nos vamos a encontrar que esos rasgos musicales propios de la música popular son utilizados por los compositores e introducidos dentro del marco de la tradición de eso que llamamos música culta.
¿Cómo lo hacen? Pues asumiendo sus ritmos, sus modulaciones, sus cambios de tempo... pero eso sí, no nos llevemos a engaño, pese a todo el respeto que pudiera haber por el folclore en el s. XIX no hay ningún intento de transcripción fiel del mismo.
¿Cómo lo hacen? Pues asumiendo sus ritmos, sus modulaciones, sus cambios de tempo... pero eso sí, no nos llevemos a engaño, pese a todo el respeto que pudiera haber por el folclore en el s. XIX no hay ningún intento de transcripción fiel del mismo.
Lo que Brahms hace es utilizar esa fuente -que no deja de ser una fuente éxotica para ellos- e integrarla dentro de su propio lenguaje, para así renovarlo. Aquí no hay un intento de fidelidad al folclore, todavía faltan unos años para que lleguen Bartok y Kodaly.
VERSIONES y más versiones.
Las concebí para piano a cuatro manos:
si las hubiese compuesto para orquesta serían diferentes.
(J. Brahms)
La otra cuestión que nos planteaba el título es que se trata de una obra escrita para piano a cuatro manos aunque no es extraño que cualquiera que haya escuchado la pieza, la recuerde interpretada por una orquesta. Todo correcto. Brahms compuso la obra para piano a cuatro manos pero el éxito que tuvo le llevó a hacer versiones, una primera de los dos primeros cuadernos para piano a dos manos y una posterior para orquesta de las danzas nº 1, 3 y 10.
Pero, ¿no estamos hablando de la 5º danza?, me preguntaréis. Pues sí, las versiones orquestales que conocemos, que son muchísimas, no pertenecen a Brahms, las han hecho otros músicos y de todas ellas cabe destacar las orquestaciones que Dvorak realizó.
HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR EN CLASE...
Pero, ¿no estamos hablando de la 5º danza?, me preguntaréis. Pues sí, las versiones orquestales que conocemos, que son muchísimas, no pertenecen a Brahms, las han hecho otros músicos y de todas ellas cabe destacar las orquestaciones que Dvorak realizó.
HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR EN CLASE...
Contextualizada la pieza, la pregunta de siempre: ¿Qué podemos trabajar en esta obra con nuestro chavales? Pues como siempre muchas cosas todo dependerá de la edad, el momento, el programa previo... A continuación os propongo algunas cuestiones y vosotros seguro que sabéis adecuarlas, o omitirlas si no son propias para ese momento, a vuestros niñ@s.
MÚSICA PURA
A lo largo de estos meses hemos hablado de muchísimas obras maravillosas -El aprendiz de brujo de Paul Dukas, Scheherezade de Rimsky-Korsakov, Cuadros de una exposición de Modest Mussorgski, Sinfonía Fantástica de Berlioz...- que definíamos como música programática, música de carácter descriptivo que tenía por objeto evocar ideas o imágenes extra-musicales en la mente del oyente, dicho de otra manera, una música con la que el compositor, por medio de una serie de asociaciones que establecía, nos contaba una historia.
Pues bien, en el mismo momento en que se componían este tipo de obras también se escribía una música instrumental desprovista de toda relación con cualquier elemento ajeno a la música. Este tipo de música creada en sí y para sí misma no va tener la intención de contarnos nada concreto, ni de establecer alianzas con otras disciplinas artísticas. Lo único que busca esta música es el deleite, el disfrute con ella y en ella misma. La Danza Húngara de Brahms pertenece a este segundo tipo que conocemos como música pura.
MÚSICA PURA
A lo largo de estos meses hemos hablado de muchísimas obras maravillosas -El aprendiz de brujo de Paul Dukas, Scheherezade de Rimsky-Korsakov, Cuadros de una exposición de Modest Mussorgski, Sinfonía Fantástica de Berlioz...- que definíamos como música programática, música de carácter descriptivo que tenía por objeto evocar ideas o imágenes extra-musicales en la mente del oyente, dicho de otra manera, una música con la que el compositor, por medio de una serie de asociaciones que establecía, nos contaba una historia.
Pues bien, en el mismo momento en que se componían este tipo de obras también se escribía una música instrumental desprovista de toda relación con cualquier elemento ajeno a la música. Este tipo de música creada en sí y para sí misma no va tener la intención de contarnos nada concreto, ni de establecer alianzas con otras disciplinas artísticas. Lo único que busca esta música es el deleite, el disfrute con ella y en ella misma. La Danza Húngara de Brahms pertenece a este segundo tipo que conocemos como música pura.
Una música, todo hay que decirlo, que establece una profunda relación con la forma musical. Pero antes de continuar hablando de forma, escuchemos una peculiar interpretación de esta Danza Húngara, nº 5 de Johannes Brahms.
PAUTAS de ESCUCHA: Reconocemos forma
Ya hemos avanzado que este tipo de música que conocemos como música pura establece una fuerte alianza con la forma, lo que os propongo a partir de ahora es guiar a vuestros chavales en el reconocimiento de la forma que tiene esta Danza nº 5 de Johannes Brahms. La verdad que es un ejemplo perfecto y sencillo para trabajar tanto por la brevedad de la misma como por el uso que se hace de los principios de repetición y contraste de material.
Tal vez los fieles seguidores que empezamos a tener recuerden que cuando comentamos la Suite del Cascanueces de Tchaikovsky, acabamos el post hablando de forma musical, entendiendo esto como la manera en la que el
compositor organiza y estructura una pieza musical, dicho todavía más sencillo, la manera en la que
el compositor presenta los distintos temas e ideas musicales que
integran la obra. En aquel momento solamente lo avanzamos y quedó como una deuda a saldar, pago que realizamos en parte la pasada semana cuando hablamos de Pompa y Circunstancias de Edward Elgar.
PRINCIPIOS BÁSICOS: REPETICIÓN y CONTRASTE
Como hoy quiero seguir trabajando la escucha y el reconocimiento del material musical por parte de nuestros niños necesito recordar algunas cosas que vi en el post de la pasada semana (aquí).
La primera de ellas es que los dos principios básicos para poder crear grandes estructuras de música son la repetición del material (yo repito la misma idea, el mismo tema o la misma sección una y otra vez) y el contraste (como hacer todo el rato lo mismo puede ser aburrido yo presento algo que no tiene nada que ver con lo anterior)
La segunda idea que es que para poder hablar de música de manera sencilla, a las distintas secciones las tenemos que nombrar de alguna manera, podríamos usar colores -que sabéis que me encanta- letras -que es lo habitual- o lo que a vosotros se os ocurra. Hoy comenzaremos usando una letra diferente para cada sección, pero luego veréis que podemos utilizar cualquier cosa, incluso caras si lo hace más fácil para el niño.
ESQUEMAS FUNDAMENTALES: Bipartito o tripartito
Pues bien recordado todo esto deciros que todas las Danzas húngaras que Brahms escribió siguen el mismo esquema. Tenemos dos esquemas básicos fundamentales que deberíamos comenzar a reconocer: esquema bipartito A- B, es decir la obra está construida con dos secciones contrastadas o esquema tripartito A-B-A, un obra que comienza y finaliza con la misma sección pero en el centro tiene una sección construida a partir de un material diferente.
Obviamente para poder deducir con ellos necesitamos reconocer los materiales e identificarlos, ponerles cara. Mirando las versiones que había en youtube he encontrado un musicograma muy divertido de esta obra realizado por alumnos de la Universidad de Granada para la asignatura de Didáctica de la expresión musical que narra la historia de un niño que se come un pastel -es obvio después de lo que os acabo de contar sobre la música pura que esto no es lo que a mí me interesa- pero está muy bien porque a cada frase le ponen una cara o una acción que hará mucho más fácil el reconocimiento para los más peques.
Mi primera propuesta es esta: debemos reconocer si la obra tiene forma bipartita o tripartita, es decir si la obra únicamente es la exposición de dos secciones contrastadas o la obra finaliza con la misma sección que comenzó y tiene en el centro una sección contrastante.
PAUTAS DE ESCUCHA
La respuesta va a ser muy fácil para ellos, estamos ante un A B A, estamos ante una forma tripartita. Los minutajes serían los siguientes:
Lo que deberíamos ver en una segunda escucha es que dentro de cada una de estas grandes secciones también se repite mucho material y también tenemos material contrastado.
Volvamos a escuchar la sección y fijémonos ahora en cuántas imágenes distintas nos aparecen, en cuantos materiales diferentes utiliza Brahms para crear la sección A. Nos deben salir estos cuatro.
Realmente se podría plantear de otras maneras, la música no es una cuestión cerrada sino que la interpretación juega un papel determinante en todo análisis y realmente mamá enfadada y niño triste podemos entenderlo como la misma frase -pregunta/ respuesta- lo mismo que dentro de la sección de niño tarta podríamos encontrar pregunta/respuesta, pero da igual no pienso en este momento en que ellos hagan interpretaciones analíticas, -si pueden, por supuesto- sino que reconozcan el material, que identifiquen la música
El siguiente paso es que lo vamos a volver a escuchar y esta vez deben dibujar el motivo cada vez que lo escuchen, así se darán cuenta de que la sección está creada a partir de la presentación y repetición de cada uno de los materiales. Les quedará algo así:
Identificado todo el A pasaríamos a la sección B y volveríamos a hacer lo mismo. Lo primero escucharíamos los materiales y posteriormente veríamos que a partir de la repetición de esas tres ideas contrastadas está construida la sección. Estás son las ideas que encontrarán:
Creo que además de ser una buena obra para escuchar la forma, esta Danza húngara nº 5 de Johannes Brahms es un ejercicio perfecto para que identifiquemos los dos principios básicos con los que está creada la obra: el contraste y la repetición.
PRINCIPIOS BÁSICOS: REPETICIÓN y CONTRASTE
Como hoy quiero seguir trabajando la escucha y el reconocimiento del material musical por parte de nuestros niños necesito recordar algunas cosas que vi en el post de la pasada semana (aquí).
La primera de ellas es que los dos principios básicos para poder crear grandes estructuras de música son la repetición del material (yo repito la misma idea, el mismo tema o la misma sección una y otra vez) y el contraste (como hacer todo el rato lo mismo puede ser aburrido yo presento algo que no tiene nada que ver con lo anterior)
La segunda idea que es que para poder hablar de música de manera sencilla, a las distintas secciones las tenemos que nombrar de alguna manera, podríamos usar colores -que sabéis que me encanta- letras -que es lo habitual- o lo que a vosotros se os ocurra. Hoy comenzaremos usando una letra diferente para cada sección, pero luego veréis que podemos utilizar cualquier cosa, incluso caras si lo hace más fácil para el niño.
ESQUEMAS FUNDAMENTALES: Bipartito o tripartito
Pues bien recordado todo esto deciros que todas las Danzas húngaras que Brahms escribió siguen el mismo esquema. Tenemos dos esquemas básicos fundamentales que deberíamos comenzar a reconocer: esquema bipartito A- B, es decir la obra está construida con dos secciones contrastadas o esquema tripartito A-B-A, un obra que comienza y finaliza con la misma sección pero en el centro tiene una sección construida a partir de un material diferente.
Esquema bipartito o forma binaria
Esquema tripartito o forma ternaria.
Mi primera propuesta es esta: debemos reconocer si la obra tiene forma bipartita o tripartita, es decir si la obra únicamente es la exposición de dos secciones contrastadas o la obra finaliza con la misma sección que comenzó y tiene en el centro una sección contrastante.
PAUTAS DE ESCUCHA
La respuesta va a ser muy fácil para ellos, estamos ante un A B A, estamos ante una forma tripartita. Los minutajes serían los siguientes:
A- hasta min 1'00
B- 1'00- 1'42
A- 1'42 hasta el final
Volvamos a escuchar la sección y fijémonos ahora en cuántas imágenes distintas nos aparecen, en cuantos materiales diferentes utiliza Brahms para crear la sección A. Nos deben salir estos cuatro.
Realmente se podría plantear de otras maneras, la música no es una cuestión cerrada sino que la interpretación juega un papel determinante en todo análisis y realmente mamá enfadada y niño triste podemos entenderlo como la misma frase -pregunta/ respuesta- lo mismo que dentro de la sección de niño tarta podríamos encontrar pregunta/respuesta, pero da igual no pienso en este momento en que ellos hagan interpretaciones analíticas, -si pueden, por supuesto- sino que reconozcan el material, que identifiquen la música
El siguiente paso es que lo vamos a volver a escuchar y esta vez deben dibujar el motivo cada vez que lo escuchen, así se darán cuenta de que la sección está creada a partir de la presentación y repetición de cada uno de los materiales. Les quedará algo así:
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Identificado todo el A pasaríamos a la sección B y volveríamos a hacer lo mismo. Lo primero escucharíamos los materiales y posteriormente veríamos que a partir de la repetición de esas tres ideas contrastadas está construida la sección. Estás son las ideas que encontrarán:
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Creo que además de ser una buena obra para escuchar la forma, esta Danza húngara nº 5 de Johannes Brahms es un ejercicio perfecto para que identifiquemos los dos principios básicos con los que está creada la obra: el contraste y la repetición.
Como ya os he comentado es una obra terriblemente versionada para acabar os dejo una para piano a dos manos que creo que os puede gustar.
Si te ha gustado y quieres leer algunas de las obras de música clásica que hemos comentado hasta el momento, pincha en los siguientes enlaces.
20 obras de música clásica que todo niño debería conocer
Las 10 obras más famosas de la música clásica comentadas para niños
Hadas, brujas y gnomos en la música clásica
Las 10 obras más famosas de la música clásica comentadas para niños
Hadas, brujas y gnomos en la música clásica
Simpático musicograma
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